Los comandos de voz son reconocidos independientemente del sujeto que habla. No importa si eres mujer, hombre, o un estado indefinido entre ambos; si eres Pepe, el amigo de Pepe o la hermana pequeña puñetera de Pepe: a Kinect le da igual, el tono de la voz será reconocido. De modo que mientras ves a tus colegas hacer el mono frente a la consola, podrás en cualquier momento gritar: “Xbox, ¡pausa!” y le detendrás el juego (probablemente los jugadores se queden congelados también en su última ridícula pose, para luego girar su cabeza hacia ti y demostrar su odio con la mirada). Igualmente, el juego podría acabar con todos tus amigos gritando órdenes y la consola volviéndose loca.
Así mismo, podrás decir (supongo que traducirán las órdenes) “Xbox, ¡stop!” y podrás cerrar aplicaciones. o “Xbox…” y el nombre de un canal, y cambiar de canal. ¿Os imagináis la tragedia? ¡Es como si todos los presentes tuvieran un mando a distancia! (De hecho, lo son). Esperemos que Microsoft lo arregle de alguna forma, o puede que acabemos dándonos de tortas. —Javier G. Pereda [Kotaku]
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