Cómo invertir $70,000 en una lanzadera espacial para no moverte de casa
Se acercan las fechas veraniegas y todos los destinos turísticos empiezan a agotar reservas hoteleras, las carreteras se colapsan con miles de coches cargados hasta los topes y la gente huye de las ciudades en busca de un poco de tranquilidad sol, mar y/o montaña. Para evitar todas estas aglomeraciones veraniegas el protagonista de esta historia debió pensar que era una buena idea invertir $70,000 en la compra de una lanzadera espacial, por aquello de ahorrarse las retenciones en la carretera y descubrir nuevos destinos solitarios en otros planetas… Pero pronto se percató de su error, pues el motor de antimateria de su lanzadera estaba vacío y no había pasado la última ITV. Así pues con $70,000 menos en su cuenta, y sin fondos para un plan B, este trekkie se vio obligado a pasar sus vacaciones en una ciudad más desierta que el sentido del humor de Mr.Spock.
Los fanáticos de Star Trek se cuentan por miles, y son un grupo bastante activo en la gran Red. Merchandising de todo tipo, congresos, disfraces y foros en los que debaten sobre cual es la nave más rápida de “su universo” los encontraréis a decenas en la Web. Y de estos trekkies hay algunos que tiene los bolsillos lo suficientemente llenos de billetes como para darse el gusto de gastar un buen dinero en la compra de la mítica lanzadera espacial Galileo que utilizaban los tripulantes del USS Enterprise. ¿Qué a la carrocería le falta un poco de mantenimiento? Nada, nada, un poco de trabajo de chapa y pintura y como nueva.
La lanzadera Galileo apareció en varios capítulos de la serie “Star Trek”, y estaba diseñada en principio para viajes cortos entre la superficie del planeta y el Enterprise mientras este orbitaba alrededor del planeta (siempre que los famosos teletransportadores no podían funcionar por alguna razón u otra). La misma se vendió recientemente en una subasta por $70,000 después de una encarnizada lucha entre varios amantes de la chatarra del universo trekkie y la ciencia ficción. No sé vosotros, pero si no me aseguran que la lanzadera equipa cama doble, minibar y un chofer Klingon me parece una inversión un poco temeraria. ─ [Bornrich]