Cuando un suizo vio el anuncio publicado en Internet por un eslovaco de 43 años, que buscaba alguien a que le apeteciera que lo pusieran a dormir, para luego matarlo, cocinarlo y comérselo, al principio creyó que era una especie de perversión macabra en plan fantasía.
Pero no, al parecer tras hablar con él por teléfono tenía suficientes sospechas de que iba en serio, así que habló con la policía suiza, que posteriormente se comunicó con la eslovaca para crear una operación en que un poli de incógnito se haría pasar por el plato principal.
En el momento de la detención, nuestro amigo caníbal del pueblo de Kysak se lió a tiros resultandos heridos él y un policía.
Aunque no hay confirmación oficial, desde ITespresso sospechamos que en su domicilio se encontraron grandes cantidades de perejil, libros y DVDs de Karlos Arguiñano y un vaso de agua con 5 frenadoles que pretendía usar como narcótico.— Dani Burón [UK Sun]
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