En sí, no es que el agua no entre en el dispositivo, sino que se recubren todos los componentes electrónicos con una capa de un nanomaterial hidrofóbico aplicándola con vapor tanto al interior como al exterior.
Eso permite que los aparatos puedan usarse con total normalidad mientras están bajo el agua, sin miedo a que mueran en nuestras manos sin previo aviso.
Comparado con otros sistemas en los que se introducen en una bolsa o carcasa, la tecnología de Hzo es un enorme paso adelante. Además no sólo se pueden incluir dicho proceso en la fabricación sino que productos que no haya sido impermeabilizados por sus fabricantes se podrían también proteger.
No sabemos cuanto costará el proceso pero Hzo espera poner en breve sus servicios a disposición de todos los tecnohidrofóbicos del mundo. [PC World]
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