Dell se ha visto obligado a volver a los tribunales a defender el buen hacer de sus ordenadores. Una corte de apelaciones de San Francisco ha vuelto a reabrir un litigio que se había cerrado en 2008 y que implicaba a algunos modelos de la gama Inspiron.
El caso se remonta a octubre de 2006 cuando la firma Lieff Cabraser Heimann & Bernestein LLP, en representación de algunos usuarios californianos, demandó al fabricante norteamericano porque sus portátiles Inspiron 1100, 1150, 5100 y 5160 mostraban diferentes problemas como apagados inesperados, fallos en las baterías y en el proceso de carga.
Según la acusación, Dell había mostrado “mala conducta en el diseño, la fabricación, la garantía, la publicidad y la venta de estos equipos”.
La demanda fue desestimada por el Tribunal de Distrito para el Norte de California en 2008, pero esta sentencia ha sido anulada y el caso reabierto por su peculiaridad como de “interés general”, según informa The Inquirer.
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