Deus Ex: Invisible War

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La muy esperada continuación del tremendo Deus Ex no ha resultado tan
buena como se podía esperar.

Hace pocos años, los aficionados a los videojuegos fuimos bendecidos por

Eidos con un titulo llamado Deus Ex. Aunque el tema que trataba en

principio no parecía muy original, la ejecución técnica del juego y

especialmente lo cuidado del desarrollo de la historia y el mecanismo en

si de juego resultaban sencillamente brillantes. El cyborg protagonista

de la historia se veía inmerso en una compleja maraña en la que todo

tipo de fuerzas mundiales lo manipulaban para su provecho, mientras el

jugador disfrutaba como un enano viendo a su personaje aprender,

desarrollarse e integrarse en un entorno hostil pero muy interactivo.

Por supuesto, es natural que una joya como Deus Ex tuviese una continuación, e

Invisible War ha sido el resultante de ese impulso natural. En esta

ocasión, también encarnaremos a un cyborg (con nombre diferente, y esta

vez, con la capacidad de definir su sexo) y el tema también recurre un

ambiente en el que grandes poderes lo manipulan para su provecho.

¿Deus Ex Descafenidado? La experiencia con Invisible War quizá pueda

resultar muy diferente para quien no haya probado la primera parte. Un

jugador que haya experimentado la primera parte, muy probablemente tenga

una sensación de que se ha simplificado de forma brutal el mecanismo de

juego que imperaba en el predecesor, desde el sistema de habilidades con

experiencia hasta detalles tan tontos como los mecanismos para forzar

cerraduras o incluso el menú de equipo.

Los gráficos de esta

nueva versión son bastante buenos, recreando un mundo futurista pero al

mismo tiempo bastante creíble. Al igual que en la parte anterior, el

entorno es muy rico en elementos con los que poder realizar

interacciones, y se nos permite realizar nuestras tareas utilizando el

estilo que mejor se nos de (ya sea usando la inteligencia o liándonos a

tiros con todo enemigo que se nos ponga en medio). El sonido es también

bueno, sin llegar a la brillantez.

La historia en la que nos

vemos envueltos es quizá uno de los puntos que más han flojeado (a parte

de la ya mencionada simplificación radical del sistema de juego). Puede

resultar bastante predecible y pobremente tejida en muchos momentos,

pero el truco para disfrutarla quizá resida en simplemente dejarse

llevar por ella sin prejuicios debidos a temas puramente técnicos.

Al igual que en la parte anterior, una gran ayuda para nuestras acciones son

los implantes que podemos insertar en nuestro cuerpo, solo que en este

caso hay una distinción entre los implantes que son legales y

disponibles en la calle (para los que se lo pueden pagar) y los

puramente ilegales del mercado negro, con funciones normalmente mas

aviesas que las ofrecidas por los del lado legal.

En resumen:

Deus Ex Invisible War puede resultar decepcionante para quien haya

disfrutado con su predecesor (como el que suscribe este comentario) pero

no es un mal juego. Más simplificado y con más acción puede resultar muy

divertido y conseguir una buena inmersión en la situación si se toma tal

y como es, sin prejuicios y dejándose levar por el oscuro mundo en el

que se desarrolla.

Julio Canto