La operadora alemana podría haber estado manteniendo conversaciones con varios bancos para que suscriban una OPV que podría llevar a una escisión de la operadora inalámbrica o a la obtención de fondos para su expansión en el mercado de Estados Unidos, informan en The Wall Street Journal. Se espera que en los próximos dos meses la empresa decida sobre la OPA y cómo gastaría el dinero que se genere.
Mientras que desde Deutsche Telekom no se han querido hacer comentar nada, representantes de T-Mobile USA simplemente han dicho que no pueden “hacer comentarios sobre especulaciones o rumores”.
T-Mobile USA es el cuarto mayor operador inalámbrico de Estados Unidos, muy por detrás de sus competidores AT&T, Verizon Wireless y Sprint Nextel. Ha llegado tarde al mercado de tercera generación, ya que el operador todavía está construyendo la red y en los últimos trimestres ha estado perdiendo suscriptores, mientras que AT&T y Verizon Wireless han incrementado su base de usuarios.
Según comentan en The Wall Street Journal, escindir el negocio mientras que Deutsche Telekom retiene el control de T-Mobile es el escenario más probable.
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