Disparan a un camarero de 81 años y su dentadura postiza frena la bala

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Lo cierto es que para dispararle a alguien ya hay que ser un cabroncete, para hacerlo en la cabeza aún más porque vas a lo que vas (a no ser que sea un zombie) pero si encima al que le disparas es a un anciano de 81 años dueño de un bar ya es que tienes cuernos retorcidos y un rabo puntiagudo.

La víctima es Zacarias Pacheco de Moraes, dueño de un bar de Alta Floresta, no hay datos de su atacante, pero lo importante es que ha salvado la vida gracias a su dentadura, que además de ofrecerle una gran sonrisa y la habilidad de comer turrón consiguió frenar y desviar la trayectoria de la bala, no llegando al cerebro y quedándose alojada en su garganta.

Lamentablemente, aunque podría ser peor, Zacarias no está totalmente fuera de peligro debido a su avanzada edad y que la bala no puede ser sacada todavía. Lo suyo es que la bala hubiera rebotado en el atacante, pero bueno, podría hacer sido peor.

Eso sí, esperemos que nos digan la marca y fabricante de esa dentadura porque voy a pensarme hacer una armadura con ella, comparándolo el adamantium es una porquería para tipos con garras que arañan como nenazas. [Telegraph UK]

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