EarPod y Lightning: el iPhone5 no viene solo [Exclusiva: prueba a fondo, parte III]

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Comentamos en nuestro primer artículo de esta prueba a fondo del iPhone5 que la sustitución del anterior Dock Connector por el nuevo puerto Lightning tiene indudables ventajas pero también acarrea otro serio inconveniente: casi cualquier accesorio que tuviésemos para los iPhone anterior no nos servirá. Físicamente no encaja y ya no podemos enchufarlo. En algunos casos incluso a pesar de hacernos con un adaptador para el conector por cuestiones de espacio para alojar el dispositivo o porque quede “en equillibrio” no nos quedaría otra solución que prescindir del accesorio.

En este sentido hay que reconocer que en Apple han apostado fuerte por esta decisión, no podía ser de otra manera, esto no puede tener vuelta atrás ni dejar flecos sueltos, lo que explicaría que una vez presentado el iPhone5 y en el mismo acto la nueva familia iPod, y posteriormente ya presentado el nuevo iPad Mini tenía toda su lógica que se realizase una pequeña actualización del iPad para dotarle del conector Lightning y que así no se quedase “descolgado” en el catálogo de dispositivos móviles Apple como el único en el que permaneciese el Dock Connector, con la excepción hecha del iPod Shuffle, en el que dado su pequeño tamaño y para maximizar el reducido espacio, la carga se realiza aprovechando el mismo conector 3,5mm de los auriculares.

El conector es ahora mucho más estrecho y especialmente presenta una gran ventaja: podemos conectarlo indistintamente en una orientación o en otra, es decir, ya no tiene una “parte superior” y otra inferior de manera que no importa qué parte de la claviija está hacia arriba y cuál hacia abajo.

Pero esto tiene truco. En realidad Lightning sí mantiene unas diferencias entre los conectores superiores y los inferiores pero esto no debe preocupar al usuario que podrá enchufarlo como le venga en gana. Un diminuto procesador en el interior de Lightning informa del sentido en el que se han introducido las conexiones alterando en consecuencia los conectores que entran en acción.

Tanto para la carga de la batería como para la sincronización de software o el envío de datos parecen existir sutiles mejoras, de hecho los tiempos de carga de la batería parecen haber mejorado ligeramente.

Dos defectos podríamos achacarle al cable en cuanto a la calidad de su propia construcción física. En primer lugar el propio recubrimiento exterior del cable ofrece una textura que no se corresponde con una calidad muy elevada, da una sensación de cable barato. A continuación el punto en el que clavija y cable se unen puede resultar delicado si lo sometemos a dobleces de forma descuidada o lo presionamos demasiado, apareciendo en poco tiempo un desgaste del recubrimiento de tan delicada unión que puede terminar ocasionando la rotura del mismo.

Pero si hay una novedad que acompaña al iPhone5 y que quizá no ha hecho todo el ruido que se merece estos son sin duda los nuevos auriculares EarPod que sustituyen a los que llevan años siendo habituales compañeros de caja de iPod primero y posteriormente del iPhone.

Aunque a primera vista pueda parecernos que se ha reducido el tamaño del “altavoz” interno si atendemos al aspecto visual de la “rejilla” que lo proteje lo cierto es que lo más acertado sería conceder que se ha rediseñado el mismo de manera que se optimiza el resultado sonoro. Quizá oídos más expertos podrán dar cuenta de las diferencias en matices que pueden ofrecerse con los nuevos auriculares pero sí se puede asegurar que la sensación es de un mayor aplomo en graves y una disminución en la tendencia a asemejarse a una lata oxidada que podía llegar a parecer en momentos puntuales alguna entrega de agudos.

Lo que sí resulta evidente nada más verlos es la radical transformación del aspecto pero no es esta una cuestión meramente estética sino que en cuanto colocamos el EarPod en nuestras orejas descubrimos la mejoría con respecto a los anteriores. Sin ser un diseño tan anatómico como otros que existen en el mercado y manteniendo el empleo de un material rígido, también a diferencia de otras soluciones más adaptables a casi cualquier contorno, los nuevos auriculares salidos de las mesas de diseño de Cupertino resultan infinitamente más cómodos que los modelos que la casa ofrecía hasta ahora con sus dispositivos y además, debido sin duda a la nueva posición que ocupan las “salidas” del sonido, enfocadas directamente hacia el canal auditivo, se puede hablar de una mejor llegada del sonido a donde tiene que llegar para que lo percibamos en toda su fidelidad.

Debido a su diseño ahora cada auricular tiene asignado un oído y más vale que no intentes alojarlo en el opuesto si no quieres terminar visitando al otorrino.

Sobresaliente sin duda para este accesorio que dispone además en el cable del auricular derecho de un micrófono con los consabidos botones de control que sirven para subir/bajar volumen o para activar a Siri, descolgar una llamada telefónica, etc.

Mañana continuamos repasando lo que ha dado de sí este primer mes de uso del iPhone5 comentando todo lo relativo a Siri antes de ofrecere nuestras conclusiones finales.

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