El aumento del precio de billetes de avión potencia las reuniones virtuales

Movilidad

Cada vez más empresas optan por la videoconferencia para sus reuniones, evitando el inconveniente de tener que viajar a las diferentes sedes y los costes que esto supone.

La tecnología de videoconferencia, conocida como telepresencia, es la solución adoptada cada vez con más frecuencia por muchas empresas y grandes compañías que tienen que mantener reuniones de negocios con sus socios o compañeros de otras sedes.

Como publica el The New York Times, Cisco Systems o Hewlett Packard están desarrollando sistemas para facilitar estas comunicaciones junto con aplicaciones para conferencias Web, documentos compartidos online, los sistemas wikis y la telefonía IP, que hacen estos encuentros sean cada vez más interactivos.

Accenture, por ejemplo, ha instalado 13 salas de videoconferencia en sus oficinas de todo el mundo y planea tener operativas 22 más para finales de año. Gracias a este sistema, la compañía evitó, solo en mayo, unos 240 viajes internacionales y 120 vuelos domésticos, una ventaja que se refleja en el ahorro de varios miles de dólares y en una mayor optimización del tiempo de los empleados.

Con el incremento del precio de los billetes de avión, cada vez son más las empresas que se apuntan a soluciones de este tipo, aunque según un informe de Forrester Research, esta creciente tendencia va más allá del encarecimiento de los billetes y el entorno económico desfavorable. “Estas herramientas tecnológicas cambiarán la manera de pensar de las corporaciones sobre el trabajo y los viajes a largo plazo”, señala Claire Schooley, de Forrester.

Las predicciones pasadas respecto a la sustitución de los viajes usando esta tecnología han sido frecuentes y prematuras, pero, según los expertos, la diferencia es que ahora sí que se están cumpliendo las expectativas y la tecnología está permitiendo estas reuniones satisfactoriamente.

Actualmente, una sala de reuniones para telepresencia, que requiere normalmente tres pantalla curvas (y una cuarta encima para compartir el trabajo), iluminación y acústica adecuada, implica un gasto de unos 350.000 dólares, un precio bastante inferior a los 500.000 dólares que costaban las primeras salas de este tipo que comenzó a instalar HP en 2006.