El CEO de Uber asegura que ya cuentan con 40 millones de conductores activos al mes

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Travis Kalanick ha explicado parte de los planes de Uber respecto a los coces autónomos, y asegura que la compañía ya cuenta con 40 millones de conductores activos al mes.

Uber, junto con Airbnb y otras muchas compañías, representa el éxito de la ‘economía colaborativa’, pero también como esos planes iniciales de negocio luego generan situaciones complicadas en los que los trabajadores de muchos sectores se ven en situaciones injustas.

Es de sobra conocida la opinión de los taxistas hacia Uber, aunque la competencia desleal no la genera Uber en sí, sino la forma en la que se han regulado los servicios de taxis en muchos países y la incapacidad política para ofrecer alternativas que contenten a todos. Algo parecido ocurre con Airbnb y los cambios en los precios de los alquileres, que terminan afectando a los habitantes de las ciudades donde operan por una mala legislación.

Pero ante la aparente ventaja que supone Uber para millones de conductores, que gracias a ella pueden contar con ingresos extra, y también para millones de usuarios, con trayectos más baratos, llega la duda sobre qué ocurrirá cuando finalmente dispongan de una flota de coches autónomos y los conductores no sean necesarios.

Según ha indicado Travis Kalanick, Uber dispone de 40 millones de conductores activos al mes, que pagan aproximadamente 50 dólares al mes a la compañía y que en conjunto ingresan entre 1.500 y 2.000 millones de dólares al mes. Con esas cifras, está claro que para Uber como negocio es muy interesante seguir adelante con sus planes de conducción autónoma, pero cómo se justificará su paso de la ‘economía colaborativa’ a la más pura especulativa donde las personas ya no son necesarias.

A pesar de tener una valoración de 68.000 millones de dólares, el periplo de Uber por China ha supuesto un duro golpe para su economía, con duras pérdidas. Sus acuerdos con Toyota y Volvo, así como la adquisición de Otto, dejan claro que el futuro de la compañía son los coches autónomos, lo que supondrá una gran oposición por parte de sus conductores, mientras los inversores esperan impacientes a que finalmente lleven a cabo su OPV y se materialice realmente la valoración de la mayor startup en la actualidad.