El Consejo de Competitividad de la UE aprueba la directiva sobre patentes

Regulación

España fue el único país que votó en contra del compromiso, mientras que Austria, Italia y Bélgica se abstuvieron.

El Consejo de Competitividad de la UE ha formalizado el acuerdo político alcanzado el pasado mayo sobre la polémica propuesta de directiva ante las patentes de software. La propuesta legal, pendiente aún de la segunda lectura en el Parlamento Europeo, enfrenta el rechazo de las organizaciones defensoras del software libre y las reticencias de la propia Eurocámara.

Los ministros de Industria y Energía de los Veinticinco han ratificado, sin debate, el acuerdo político alcanzado en mayo de 2004 sobre la controvertida directiva de patentes de software, defendida por grandes compañías como Microsoft o Nokia y rechazada por las asociaciones que promueven el software libre. Sin embargo, la presidencia luxemburguesa de la Unión Europea se comprometió a revisar el texto durante la segunda lectura con el Parlamento Europeo para tener en cuenta “las preocupaciones de empresas y consumidores”.

España fue el único país que votó en contra del compromiso, mientras que Austria, Italia y Bélgica se abstuvieron. Otros siete países, Hungría, Letonia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Dinamarca y Chipre, a pesar de votar “sí” a la directiva porque estaban vinculados por el acuerdo político de mayo de 2004, hicieron públicas declaraciones en las que expresaban sus dudas respecto a la patente del software.

En este sentido, el ministro de Economía de Luxemburgo y presidente de turno del Consejo, Jeannot Krecke, aseguró que tomaba nota de las “dudas” que la directiva generaba entre un número creciente de estados miembros, pero dijo que pese a ello era necesario ratificar el acuerdo político porque de lo contrario se crearía un “mal precedente” en los ya de por si largos procedimientos de decisión de la UE.

“La aprobación abre la puerta a la segunda lectura del Parlamento Europeo. Ahora conviene que todas las instituciones lleguen a un acuerdo que tenga en cuenta las preocupaciones de las empresas y de los consumidores”, apuntó Krecke, precisando que el compromiso definitivo debe ofrecer “clarificaciones a lo que se percibe como inseguridad jurídica” en la patentabilidad de los programas de ordenador”.

La presidencia luxemburguesa remitirá este lunes o el martes la directiva de patentes de software a la Eurocámara para que se inicie de inmediato la segunda lectura.