El FBI está muy activo en lo que a investigación tecnológica se refiere. Tras el polémico cierre de la plataforma de alojamiento de archivos y descargas Megaupload los federales han convocado un concurso público en web para crear una aplicación que ayude a controlar todas las informaciones volcadas en redes sociales.
En su anuncio el Centro de Información Estratégica y Operaciones (SOIC) solicita ayuda por parte de las empresas TI para crear una “aplicación de medios de comunicación social”. Ésta deberá ser capaz de procesar todo el contenido público que se suba a plataformas como Twitter y Facebook y ser lo suficientemente inteligente como para identificar palabras clave o hashtags que le den pistas de qué eventos o sucesos están ocurriendo en un momento dado.
En este sentido, la red social de Mark Zuckerberg sigue siendo en su mayoría cerrada, pero el aperturismo de Twitter puede ayudarle al organismo federal para saber qué se está cociendo o empezando a cocer y reaccionar rápidamente.En su solicitud el FBI también pide que la app “sea infinitamente flexible y tenga la capacidad de adaptarse rápidamente a las cambiantes amenazas para mantener la ventaja estratégica y táctica”.
En principio esta herramienta se usará para identificar situaciones de riesgo y amenaza y se aplicará en misiones de reconocimiento y vigilancia, eventos especiales para la seguridad nacional, operaciones de contrainteligencia, contra el terrorismo, y en muchos ámbitos más.
Como requisito, también se pide que la app permita la configuración de un mapa para localizar dónde se producen incidentes mediante palabras clave en cada región. Se solicita igualmente la posibilidad de “mostrar alertas con un código de prioridad de colores” e incluso que la herramienta tenga acceso a la información de cámaras de tráfico, monitores y otras fuentes de vídeo para identificar protestas o flashmobs.
Según se hace eco Venture Beat , la aplicación también podría utilizarse por parte del FBI para vigilar los movimientos de algunos hackers y hacktivistas, que se sirven de las redes sociales para orquestar y organizar ataques desde diferentes emplazamientos. Estas plataformas son un soporte ideal para preparar ataques de denegación de servicio, como el llevado a cabo por Anonymous hace unos días contra algunas webs de las autoridades americanas para protestar por la clausura de Megaupload.
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