El Gobierno apuesta por el teletrabajo

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El Ejecutivo ofrecerá a 20.000 funcionarios la posibilidad de trabajar desde casa mientras no se exceda del 40 por ciento de la jornada semanal.

El Gobierno tiene previsto que unos 20.000 empleados públicos puedan trabajar desde casa a partir de finales de 2008, lo que representa cerca del 10 por ciento de los trabajadores de la Administración General del Estado. De hecho, el Ministerio de Administraciones Públicas ha enviado al Consejo Económico y Social (CES) un real decreto que establece que “la prestación de servicios mediante teletrabajo no podrá exceder del 40 por ciento de la jornada semanal”.

Actualmente, el teletrabajo en la Administración está prohibido por el reglamento de horarios, donde se exige el trabajo presencial. El nuevo sistema voluntario que establecerá este decreto será mixto, es decir, que el funcionario tendrá que acudir a la oficina al menos el 60 por ciento de su jornada semanal, pudiendo desarrollar el resto del trabajo desde su domicilio.

Otro de los puntos importantes del documento es que el teletrabajo “en ningún caso podrá suponer una merma o disminución de las retribuciones que corresponden ordinariamente al puesto de trabajo”.

Asimismo, los empleados públicos que quieran teletrabajar deben reunir una serie de condiciones, tales como tener dos años de antigüedad en el servicio de la Administración General del Estado, tener conocimiento de informática para usuarios y haber realizado un curso de formación de teletrabajo.

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ya ha dicho en varias ocasiones que no todos los puestos se ajustan a esta forma de organizar el trabajo, como ocurre con la asistencia en ventanilla, por lo que habrá que determinar qué puestos podrán acogerse a esta modalidad y cuáles no.

El decreto que ahora analiza al CES se basa en la premisa de que “en las sociedades avanzadas la conciliación de la vida personal y familiar con el ejercicio de sus responsabilidades constituye una necesidad y una demanda de la ciudadanía”.

En este sentido, subraya que en España más de la mitad de la población manifiesta tener dificultades para compaginar su jornada laboral con el desarrollo de las tareas domésticas, y un 88 por ciento concede mucha importancia a tener un horario flexible de trabajo.