El PC alcanza a las consolas

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Los viejos PCs pueden parecen obsoletos y lentos si los comparamos a una consola, pero esta imagen se está transformando.

Para los consumidores la percepción de que una consola rinde de forma diferente a un PC cambiará en breve, y sus decisiones de compra también. Una nueva era de competición entre la consola y el PC ha empezado.

En el momento en que la PS3 de Sony y Nintendo Wii llegaron al mercado, los fabricantes de chips Intel y AMD anunciaron el lanzamiento de un procesador con cuatro núcleos, o corazones, especialmente dirigidos a los PCs para jugadores extremos. Al mismo tiempo, Nvidia, el fabricante de chips gráficos, lanzó dos procesadores que afirma que “transformarán al PC en una plataforma de juegos definitiva.

Normalmente, las consolas de juegos superan a los PCs en rendimiento cuando llegan al mercado, para ser superadas posteriormente al cabo de cinco años, el ciclo entre dos generaciones de consolas.

Pero la mayor rapidez y ritmo de innovación de la industria del PC ha hecho que estos periodos de tiempo se acorten considerablemente.

La PlayStation 3, por ejemplo, aún supera a los PC en poder de procesamiento, con nueve cerebros dentro de su revolucionario procesador Cell. Pero el próximo año asistiremos a la llegada de procesadores de ocho núcleos en los PCs de juegos, que además ofrecerán superiores capacidades tanto de almacenamiento como de memoria.

En cuando al software, los desarrolladores de juegos todavía están en camino de explotar al máximo la potencia de las nuevas máquinas. Sólo tres juegos (NBA 07, Marvel Ultimate Alliance y Ridge Racer 7), atienden a la capacidad de alta definición de la PS3. Y por el momento no hay ningún juego para PC que aproveche las ventajas de los procesadores de alto rendimiento de las nuevas máquinas.

Pero cambiará en breve, porque en Europa son ya 50 los juegos bajo desarrollo que toman ventaja de esta capacidad de multiprocesamiento.

Con todo esto en mente, es posible que a partir del próximo año veamos cómo los jugadores más extremos miran con ojos codiciosos los últimos PC frente a las últimas consolas.