Para su creación se han usado cortadoras láser y también técnicas tradicionales para el corte y pulido de una sola pieza maciza que ha dado como resultado un anillo de diamante de 150 quilates (30 gramos).
Pero no sólo su creación ha requerido un arduo trabajo de un año, su diseño ha sido tan complicado que hasta está registrado. Además de la dificultad de encontrar el diamante en bruto perfecto para que la pieza no tenga ni un solo desperfecto y sea de una pureza increíble.
Se espera que se llegue a vender por 70 millones de dólares, aunque con todo ese dinero difícilmente se podría reparar el enorme daño y sufrimiento a millones de personas que ha causado gran parte del comercio de diamantes mundial, liderado por unos pocos poderosos que no tienen escrúpulos en ensalzar belleza que no hace más que enmascarar frivolidad y codicia manchada de sangre. [BornRich]
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