El sistema permite discernir al robot HRP-2 si los objetos deben evitarse, pueden desplazarse o son suficientemente robustos para ser utilizados como apoyo, lo cual supone una gran ventaja a la hora de estabilizarse, y permitiría hacerlos más livianos y adaptables a las zonas de trabajo humanas.
Vale, puede que su respuesta por ahora sea un poco tosca e incluso que sus movimientos sean menos gráciles que los de Espinete en una cama de velcro, es más, hasta va colgado de una percha. Pero está claro que HRP-2 va a mejorar. Tan sólo espero que sepamos llevarnos bien con ellos, porque si no nos van a dar por todos los lados.
El ejemplo más claro de como pueden llegar a usar esto es que si tras matar a un humano utilizas su cuerpo, tu alcance se ve aumentado por más de un metro, con el sistema “The Human Centipede” al final puedes crear tu propio antropolátigo y si estás cansado y aburrido de destruir puedes hacerte un taburete a base de calaveras…— Dani Buron [New Scientist]
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