El robot industrial más rápido del mercado es franco-español

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“Adept Quattro” puede manipular 240 piezas por minuto con aceleraciones de 200 metros por segundo al cuadrado, el doble de los robots actuales.

Un equipo formado por investigadores franceses y de la fundación española Fatronik han desarrollado un robot de uso industrial de cuatro brazos que funciona el doble de rápido de los existentes actualmente en el mercado y para el que ya se han registrado cientos de encargos.

El Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) explicó en un comunicado que su Laboratorio de Robótica y Microelectrónica de Montpellier (LIRMM) ha trabajado durante dos años en este proyecto con Fatronik, una empresa vasca de máquina-herramienta con la que colabora desde hace seis años.

Los dos socios acaban de conseguir la puesta en el mercado de este robot a través de la compañía Adept, uno de los líderes mundiales de la robótica, al término de un proceso de seis meses de transferencia de tecnología.

El artefacto, cuyo coste varía entre 30.000 y 50.000 euros por unidad en función del trabajo de integración para su instalación industrial, ha sido bautizado como “Adept Quattro”, por los cuatro brazos manipuladores dotados de una ergonomía diferente a la del sistema del brazo único, similar al humano.

Su característica más destacada es que puede manipular 240 piezas por minuto con aceleraciones de 200 metros por segundo al cuadrado, el doble de los robots actuales, y con cargas de un kilogramo.

Para lograrlo, según las precisiones del CNRS, los investigadores han trabajado en detalle los cálculos de optimización de la dimensión de cada componente que permita la máxima aceleración, pero limitando al mismo tiempo las vibraciones para que “Adept Qattro” pueda colocar las piezas que manipula en un lugar preciso.

Este innovador robot está destinado a todo tipo de aplicaciones industriales en las que haga falta desplazar objetos y acondicionarlos de forma precisa, lo que hace pensar sobre todo en sectores como el agroalimentario, la sanidad, los cosméticos o la electrónica