El valor de los daños informáticos desciende en la empresa

SeguridadVirus

Los más costosos son los que se producen para apropiarse de información,
los producidos para bloquear los servicios y los fraudes financieros.

Un 37 por ciento de las empresas sufrieron el año pasado algún acto

malintencionado de carácter económico, como casos de corrupción,

espionaje industrial o robos, según el Informe sobre Criminalidad

Económica elaborado por PricewaterhouseCoopers (PwC) con la asesoría de

Wilmer, Cutter And Pickering.

La agresión que produce un mayor

impacto negativo en las cuentas de las sociedades es el espionaje

industrial, al ser el causante del 30 por ciento de las pérdidas

económicas, según revela el estudio, realizado con datos de 3.200

empresas en 50 países.

La copia ilegal de marcas ocasiona

otro 28 por ciento de los daños económicos, mientras que la corrupción y

los sobornos son causantes de un 26 por ciento, la apropiación de bienes

físicos de otro 10 por ciento y a los crímenes informáticos se les

atribuye el 6 por ciento restante.

Al margen de los daños

materiales y económicos, un 60 por ciento de las compañías admitieron

que estos atentados tienen efectos negativos en la moral de los

empleados. Un 31 por ciento cree que afecta además de manera negativa a

la reputación de la empresa y un 29 por ciento está convencido de que

daña las relaciones comerciales.

De modo paralelo, un

informe similar realizado por el Computer Security Institute de Estados

Unidos y el FBI muestra una ligera caída en los ataques informáticos

dentro de las empresas norteamericanas.

En 2003 admiten haberlos

sufrido un 56 por ciento de las sociedades norteamericanas, frente al 60

por ciento que los denunciaron un año antes; además, en el 82 por ciento

de los casos los atribuyen a ataques con virus.

El valor de los

daños ha descendido en el mismo periodo desde los 350 hasta 160 millones

de euros, siendo los más costosos los que se producen para apropiarse de

información, los producidos para bloquear sus servicios y los fraudes

financieros.