EMC mejora la localización de incidencias VoIP

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El software Smarts VoIP Manager monitoriza la disponibilidad de sistemas de red de voz sobre IP e identifica inmediatamente el origen de cualquier problemática.

EMC, compañía centrada en gestión y almacenamiento de información, ha lanzado Smarts Voz sobre IP (VoIP) Manager, un software que ofrece localización automatizada de incidencias y análisis de impacto para redes de voz de nueva generación. Esta solución monitoriza la disponibilidad de sistemas de red VoIP y aplicaciones e identifica inmediatamente el origen de cualquier incidencia, asegurando que los servicios de voz permanecen disponibles.

EMC Smarts VoIP Manager automáticamente descubre elementos de la red como switches de voz, IP Pbs. (intercambios de red privada) , gateways de acceso a contenidos y servidores VoIP, así como todas las aplicaciones de servicios de telefonía y redes; construye una tipología de relaciones y dependencias entre VoIP y la infraestructura; y, del mismo modo, eablece la relación entre dispositivos y su interconectividad dentro de la infraestructura VoIP con todas las aplicaciones.

A este respecto, Chris Gahagan, Senior Vice President, Resource Management de EMC Software Group, pone de manifesto que “para aprovechar todas las ventajas que ofrece la voz sobre IP, los proveedores de servicios y las empresas necesitan hacer frente a los desafíos asociados con la gestión en tiempo real de este complejo dominio. EMC Smarts VoIP Manager responde a estos desafíos con un modelo de datos común y unas capacidades de correlación entre dominios (cross-domain). Este software, además, ofrece avanzadas capacidades de gestión que permiten a los usuarios identificar rápidamente el origen de las incidencias, determinar los impactos y priorizar las medidas a tomar, asegurándoles que los servicios clave de la red de voz estarán siempre en funcionamiento”.

Junto a esto, y según comunica el grupo, hay que incidir en que EMC Smarts VoIP Manager está construido sobre el modelo común de datos de Smarts que guía los dispositivos, relaciones, comportamientos e interacciones a través de los elementos de la red IP, marcando las relaciones entre la red, las principales aplicaciones y los servicios de negocio. “Este modelo se actualiza automáticamente según los cambios del entorno, consiguiendo una importante reducción del coste total de propiedad. También es clave la capacidad de correlación entre dominios permitiendo la identificación automática del origen de la incidencia en un dominio que puede afectar a otra parte de la red”, concluye.