ESP, un ángel de la guarda con muchos nombres

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El Programa Electrónico de Estabilidad (ESP) se encuentra ya en uno de cada tres automóviles de nueva matriculación en España.

A menudo los conductores buscan las siglas ESP en los nuevos automóviles y no las encuentran debido a que este sistema de seguridad también se identifica en los catálogos de los fabricantes de automóviles con siglas tan dispares como DSC, DSTC, VDC o VSC.

Sin embargo, detrás de todas estas abreviaturas derivadas de nomenclaturas inglesas se encuentra siempre la misma función de seguridad activa mediante la cual, en caso de tener que realizar una maniobra repentina para evitar un obstáculo o al tomar una curva a demasiada velocidad, ante una inminente pérdida de control del vehículo, el sistema reduce la potencia del motor y frena las ruedas de forma individualizada, manteniendo el vehículo en el carril deseado.

Varios estudios realizados han demostrado que si se utilizase el sistema ESP de forma generalizada se podrían evitar hasta un 50 por ciento de los accidentes sin implicación de otros vehículos.