En la actualidad, el espionaje es “masivo e indiscriminado”

CortafuegosEmpresasRegulaciónSeguridad
NSA

Correos electrónicos, mensajes de texto, conversaciones de teléfono e incluso información de las redes sociales representan un objetivo para los servicios de inteligencia estadounidenses. Sólo en España se interceptaron más de 60 millones de llamadas en un mes.

Redes sociales en el punto de mira

El papel de las redes sociales es de vital importancia. Constituyen plataformas en las que millones de usuarios comparten cantidades ingentes de información, por lo que son muy jugosas para los servicios de inteligencia. Candau opina que se trata de fuentes interesantes. “Cuando se analizan, se buscan las actividades de grupos criminales”.

De forma paralela, Eddy Willems, evangelista de seguridad de GData indica que “si es fácil para cualquiera saber mucho de cualquiera, imaginemos lo que pueden conseguir equipos entrenados y dotados de tecnologías. La información que los propios usuarios ponen voluntariamente a disposición de plataformas como Facebook, Twitter, Google+ o LinkedIn sirven para alimentar las bases de datos de los servicios de inteligencia que, sin duda, son capaces de sacar lecturas precisas”.

Las revelaciones de Edward Snowden pueden considerarse una auténtica revolución. No sólo han situado al espionaje en el ojo del huracán, sino que han permitido desnudar los procesos más sofisticados de las agencias secretas. Las diferentes filtraciones de Snowden “nos han hecho ver hasta qué punto se ha espiado y recogido información de forma indiscriminada a millones de ciudadanos de todo el mundo, llegando a robar datos de usuarios de gigantes como Google o Facebook”, recalca Corrons. En contraposición, Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, hizo públicas unas declaraciones para negar, de forma rotunda, su implicación en el programa PRISM.

La voluntad ciudadana contra los procesos de espionaje no debe caer en saco roto. Protestar, denunciar cualquier vulneración de las leyes o tratar de no almacenar información personal en sitios susceptibles de ser “infiltrados” son mecanismos de defensa. La colaboración entre redes sociales y servicios secretos puede dar frutos para la seguridad pública, siempre que se haga en un marco regulado y no a discreción. Al director técnico de PandaLabs le llama la atención que los españoles admitan el sistema SITEL, sin mayores controversias y fiándose de su buen uso. “Si los ciudadanos aceptan ser espiados por el CNI, hay poco que se pueda hacer para que el gobierno de turno deje de espiarlos. Hoy en día es casi pedir un imposible: digamos a cualquier persona que si quiere evitar ser espiada no va a poder utilizar ni Facebook, ni Google… ni siquiera el teléfono”, remarca.

El jefe de área de Ciberseguridad del CCN recomienda ser cautelosos a la hora de compartir información en las redes sociales y tener unas mínimas garantías de seguridad. “El espionaje no es general y, normalmente, se espía a los malos para defender a los buenos. Cuando navegamos, hay que hacer configuraciones de seguridad en los teléfonos móviles. Cifrar información resulta crucial, aunque la NSA estuviera detrás de nuestras actividades”. Finalmente, Willems explica que las soluciones antivirus protegen el PC de estas intromisiones. “Tanto empresas como usuarios deberían ser especialmente cuidadosos a la hora de elegir su software de seguridad”, sentencia.

Lea también :