Estados Unidos no está preparado para el Apagón Analógico, ¿y España?
Una investigación de Nielsen Media Reseach afirma que más de 13 millones de hogares estadounidenses no están preparados para la televisión digital.
Asusta oír los datos de este estudio cuando en España nos queda cada vez menos para el Apagón Analógico, temido para la mayoría de los usuarios y esperado por la mayoría de las cadenas de televisión.
Según el nuevo estudio de la firma de investigación de mercado, Nielsen Media Research, casi 20 millones de hogares en Estados Unidos necesitarán un receptor digital cuando el gobierno desactive las emisiones analógicas tradicionales el 19 de febrero de 2009. Por regiones parece que los mejor preparados con los neoyorkinos, con el 97 por ciento de los hogares utilizando algún tipo de receptor de TDT.
Portlan, Oregón, está a la cola con sólo un 22 por ciento de las casas teniendo como principal sistema de recepción la antena analógica tradicional. Otros que no parecen puntuar demasiado son Alburquerque, Houston, Miniápolis, St. Louis o Los Ángeles.
Cada casa norteamericana puede recibir dos cupones del gobierno de 40 dólares cada uno a descontar en la compra de un receptor digital que les permitirá seguir disfrutando de la programación cuando llegue el apagón. Lamentablemente el gobierno español no ha considerado esta opción, y el día del apagón tendrá tele quienes hayan pagado, de su bolsillo, los 40 euros de media que cuestan los receptores.
En España, como en el resto de Europa, la televisión de toda la vida también tiene los días contados. Según publicaron en The Inquirer, en 2009 se iniciarán las primeras fases de apagón, haciendo que la televisión analógica vaya desapareciendo progresivamente en todas las comunidades autónomas. La fecha definitiva del apagón tecnológico es el 3 de abril de 2010. Existen, no obstante, algunos pioneros como Luxemburgo o Finlandia, que ya reciben todas sus emisiones a través de la nueva tecnología digital.
Lamentablemente, no parece que en España las cifras sean mucho mejores que en Estados Unidos. Según datos de Impulsa TDT (Asociación para la Implantación y Desarrollo de la Televisión Digital Terrestre) son 620.000 los edificios que a día de hoy se han adaptado para recibir la TDT, de una base de 1,2 millones. Lo que no quiere decir prácticamente nada, ya que cada una de las casas de esas comunidades tendrán que tener su propio receptor, uno por cada televisión que haya en la casa, uno por cada vídeo o DVD grabador, si es que quieren grabar un programa y ver otro. Eso sí, por algo hay que empezar
A pesar de que el precio de los descodificadores se ha reducido casi un 50 por ciento desde que llegaran al mercado, lo cierto es que la audiencia de la TDT representa un 10,5 por ciento del visionado total de televisión, y eso después de que en 2007 creciera un punto.
Mucho tendrán que correr todos los agentes comprometidos en esta aventura de la TDT porque las previsiones no es que sean muy halagüeñas: la penetración de la TDT estimada por Sofres a cierre de enero 2008 alcanza al 28 por ciento de los hogares, bastante bajo teniendo en cuenta que durante el año 2009 se irán produciendo apagados analógicos territoriales que afectarán hasta a un tercio de la población. Así, el 30 de junio de 2009 aproximadamente el 11,6 por ciento de los españoles vivirán su particular “apagón analógico”, y el 31 de diciembre de 2009 el cese de emisiones analógicas afectará a otro 19,8 por ciento de la población.
Andrés Armas, Director General de Impulsa TDT, considera “una labor fundamental” hacer llegar al ciudadano el hecho de que la TDT no es una opción. “El cese de emisiones es algo que se producirá ineludiblemente. Hay que transmitir a la sociedad, sin margen para la duda, que si no adaptamos nuestro televisor a la TDT, en pocos meses simplemente no podremos ver ningún canal de televisión en abierto”.
Estando así las cosas, por el momento deberíamos aprovechar cualquier celebración, despedida, cumpleaños, etc, para ver si cae un receptor TDT; poner alguna vela a ver si los cupones descuento de que disfrutan los hogares de Estados Unidos llegan a España, y ver si alguien es capaz de seguir hablando de “la tele de todos” cuando el apagón deje fuera de cobertura a miles de ciudadanos.