No han pasado muchas semanas entre el momento en que el protagonista del siguiente video vagaba abandonado por las calles y el día en que tras unas cuantas sesiones de entrenamiento este simpático can se sentó a los mandos de un Mini y se dio una vuelta por este circuito cerrado al tráfico.
Como puedes comprobar el chucho se lo toma con calma pero no lo hace nada mal, seguro que en tus primeras clases de autoescuela no tenías tanta soltura o, al menos, tanta tranquilidad como este cánido.
Pero si ya estas empezando a temer que nuestras carreteras comiencen a poblarse de conductores que ladrarán si les haces una jugarreta al volante te tranquilizamos. Todo forma parte de un anuncio de una protectora de animales de Nueva Zelanda que busca dueños para los animalillos refugiados allí y que se merecen un hogar que los acoja.
La prueba consistió en dar una vuelta a este circuito en el que los perretes arrancaban el motor del vehículo, engranaban la marcha, frenaban, aparcaban, giraban el volante con sus propias pezuñas…
Y es que si son capaces de conducir, ¿no se merecen tu cariño? ─[HeraldSun]
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