La Comisión Europea, junto con la industria y las autoridades de protección de datos, han firmado un acuerdo voluntario para establecer un marco de trabajo en torno a las aplicaciones RFID que permitan que las nuevas etiquetas superen estrictas evaluaciones de seguridad antes de que lleguen al mercado.
Actualmente circulan 1.000 millones de etiquetas RFID en Europa, pero se espera que la cifra crezca hasta los 2.800 millones este año.
La etiquetas RFID mejora la gestión de la cadena de suministro e incluso la eficiencia energética, pero también generan preocupaciones en torno a la privacidad y la protección de datos, afirman desde la Comisión Europea.
El “Privacy and Data Protection Impact Assessment Framework for RFID Applications” tiene como objetivo asegurar que la privacidad del consumidor se garantice antes de que este tipo de etiquetas inunden el mercado.
Los vendedores se verán obligados a realizar rigurosas evaluaciones de privacidad antes de que cualquier aplicación de etiquetas inteligentes llegue al mercado. Los sectores de la biométrica, salud e identidad con particularmente importantes en la normativa.
Neelie Kroes, comisaria de la Agenda Digital europea afirman sentirse encantada de que la industria esté trabajando con los consumidores, autoridades y otros en torno a la privacidad y seguridad relacionada con el uso de las etiquetas inteligentes.
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