A partir de enero de 2011, los usuarios que compren un smartphone o un móvil con capacidad de transmisión de datos recibirán con su dispositivo un cargador que será igual en casi todas las compañías fabricantes, incluyendo a Nokia, Apple o Samsung.
Este acuerdo entre la Comisión Europea y los principales fabricantes, impulsado para reducir los desperdicios y la ineficacia que provoca un cargador distinto en cada modelo de móvil, hará que todos los smartphones se carguen a través de una entrada micro-USB.
Según aseguró un portavoz de la Comisión Europea, “la introducción de un cargador universal hará la vida mucho más fácil a los consumidores europeos”. Y añadió que cuando el consumidor descubra que se ha dejado “su cargador en casa o en el trabajo, podrá pedírselo a cualquier persona, sabiendo que servirá para su teléfono”.
Además, esperan que “los beneficios medioambientales” de la operación sean “significantes“, ya que al “reducir el número de cargadores innecesarios, se reducirán los desperdicios electrónicos asociados”.
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