Si algo ha quedado claro con la compañía taiwanesa Foxconn es que lo barato acaba saliendo caro. Y no sólo por la docena de suicidios que han tenido lugar en el seno de la compañía a causa de las duras condiciones de trabajo.
La filial de Hon Hai Precision Industry encargada de fabricar y ensamblar dispositivos para grandes marcas como Nokia, Apple o HP, ha dejado muy claro a los clientes que los gastos en mejorar estas condiciones para sus empleados podrían repercutir en un aumento de los precios de los teléfonos.
Foxconn ha invertido en contratar una agencia de relaciones públicas para mejorar su imagen, en psicólogos para sondear a su plantilla y en algunas medidas de seguridad, que sin duda, le han supuesto una elevación de sus gastos. Y estos podrían tener una influencia directa en los costes que les cargan a los grandes fabricantes y, por consiguiente, el su PVP en el mercado.
Para más inri, el analista Chan Kaiwei, asociado a Local Citibank, asegura que esta subida será inminente.
¿Estarán las marcas y los usuarios dispuestos a pagar algo más para que se respete y trate adecuadamente a los empleados? ¿Migrarán estas firmas a otras ensambladoras sin importarles las condiciones de su plantilla hasta que el daño ya esté hecho? Todo queda por ver.
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