La decisión se refiere a las versiones premium de las aplicaciones ofrecidas por Google Apps que están destinadas a uso profesional, aunque no han sido pocos los individuos que se han registrado como usuarios en la versión básica. Estos serán los que queden fuera de esta decisión de solicitar el pago.
La experiencia ha demostrado que las versiones básicas pronto se quedan cortas para usuarios profesionales que además requieren un soporte técnico disponible las 24 horas. Desde Google se anima a que los usuarios de ámbito doméstico se decanten por Google Drive y el resto, con requerimientos profesionales más exigentes, opten por la versión premium de Google Apps, que mantendrá su precio de 50 dólares por usuario y año.
Con la finalización del ofrecimiento de la versión gratuita Google se podrá centrar en proveer de la debida atención los clientes profesionales, que se calculan en más de 5 millones de usuarios en la actualidad aunque hasta unos 40 millones estarían haciendo uso de la versión gratuita. -[The Next Web]
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