Google, el buscador más utilizado de Internet, atraviesa un momento de flaqueza en su principal fuente de ingresos: la publicidad que se adjunta a las búsquedas que realizan sus visitantes. Cada vez que alguien entra en estas páginas, el buscador recibe beneficios, que en los últimos tiempos van a la baja.
Según datos de la consultora comScore, el número de internautas que pinchó en los anuncios publicados por Google aumentó el pasado febrero sólo un 3 por ciento respecto al año anterior, después de que no experimentara ningún crecimiento en enero.
El dato es particularmente alarmante teniendo en cuenta que unos meses antes los incrementos interanuales registrados eran de entre el 25 y el 40 por ciento. Según informa The Wall Street Journal, debido a este “frenazo” las acciones de Google están cayendo en picado y los inversores se están impacientando.
Mientras tanto, los analistas no coinciden en sus pronósticos y sus opiniones se dividen. Algunos culpan a la recesión económica y no preveen mejoras, otros consideran que los esfuerzos de Google para reforzar y aumentar los clics en publicidad servirán para que, tarde o temprano, el problema quede resuelto.
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