Un bosque, un páramo, una desierta encrucijada… Cualquier lugar del planeta es bueno para encontrar un motivo bonito que fotografiar, pero las posibilidades se multiplican si tienes una flota de coches cargados de cámaras recorriendo miles de kilómetros.
Es lo que sucede con los coches de Google Street View, que quizá sirvan (además de para evitar que nos perdamos) para confirmar aquella teoría de los monos tecleando en maquinas de escribir.
Parafraseando al agente Mulder, la belleza está ahí fuera y si pasas incontables horas haciendo fotos a lo largo y ancho del mundo más tarde o más temprano algunas de esas instantáneas tenían que llegar a tener cierta armonía, cierta gracia, acierto en la composición.
Prueba irrefutable tal vez de que lo importante es estar en el lugar adecuado en el momento justo, aunque también de que el éxito se consigue con la práctica.
Araron Hobson es el responsable último de estas fotografías, pues es la persona que se ha tomado el tiempo de combinar las distintas vistas que Google Street View toma para obtener el resultado que has podido ver acompañando estas palabras. Una utilidad más para el trabajo de esos coches erizados de cámaras que pululan por nuestras carreteras. ─[Aaron Hobson]
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