Huellas dactilares para combatir el “phishing”

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Un sistema desarrollado por Atos Origin permitirá que los clientes de banca no necesiten escribir una contraseña para acceder a su cuenta.

Varios bancos españoles ofrecerán en los próximos meses a sus clientes de banca privada un sistema de lectura de huellas dactilares para el acceso a la banca electrónica con el objetivo de mejorar la seguridad de estos servicios. Este sistema, desarrollado por la multinacional de Tecnologías de la Información (TI) Atos Origin y actualmente en proyecto, permitirá que los clientes no necesiten escribir una contraseña para acceder a su cuenta sino un sensor de huellas que facilitará al banco una autentificación muy determinada.

De esta forma, se intenta evitar el creciente número de fraudes bancarios por Internet, como el phishing, método por el que un ladrón sustrae de los clientes sus datos de acceso y firma electrónica para transferencias y del que España es el tercer país del mundo por número de ataques, según varios estudios.

En este sentido, el gerente de Consultoría de Banca de Atos Origin, Philippe Reynaud, ha explicado en unas jornadas sobre tecnología financiera que el sistema actual de “usuario y contraseñas” para acceder a las cuentas por Internet “se lo pone muy fácil a los potenciales atacantes de phishing”. Reynaud señala que el uso de la huella dactilar es la opción “más eficaz y menos transferible” para la seguridad online, además del más barato en biometría, puesto que también se podrían utilizar otros sensores de lectura de la cara, de la voz o de los ojos (pupila o iris), pero son más caros.

El gerente de Consultoría de Banca de Atos Origin también ha destacado que la legislación española permite este sistema, igual que en Estados Unidos o países de Latinoamérica, donde ya se usa, y al contrario que en Francia, donde se consideran las huellas dactilares como un dato personal privado. El directivo ha subrayado que cada banco tendrá que pagar entre 30 y 150 euros por cliente y que, de momento, estos costes no lo hacen viable para la banca de masas. Añadió que el sistema no es perfecto al cien por cien, puesto que entre un 1 y un 2 por ciento de la población no podría usarlo por distintos problemas y en un 0,001 por ciento de los casos (1 de cada 100.000 intentos) podría existir el acceso fraudulento.