Establecer límites es importante en la vida y, por supuesto, también donde pasamos la mayoría de sus horas: el entorno laboral. En ocasiones hay que decir no a los jefes, a los clientes y a los socios. No ocurre nada por hacerlo, porque una negativa también es una forma de educar a estos y recordarlos que tener un contrato, un acuerdo comercial o una sociedad en común no da derecho a todo.
Esta infografía elaborada por Brought to you by te ayuda a hacerlo. Antes de pronunciar esta palabra con tan mala prensa deberías hacerte a ti mismo una serie de cuestiones y plantearte algunas cosas sobre la tarea que supuestamente deberías desempeñar: ¿Tienes tiempo real para acabarla? ¿Puedes asegurar que tus otras tareas no sufrirán si te comprometes a hacerla? ¿Eres la persona más indicada para llevarla a cabo?.
El gráfico, publicado originalmente en The Business Backer, también sugiere cinco maneras en las que puedes decir no sin sentirte culpable. Es importante que seas honesto, hables en persona con quien te ha encomendado el trabajo o encargo y pidas ayuda para priorizar tus asuntos.
Es razonable que tengas miedo a un enfado, la pérdida de un encargo o hasta un despido, pero es mejor ser sincero y consecuente que saturarte. Ya sabes, haz caso a ese dicho de “quien mucho abarca, poco aprieta”.
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