Intel y Microsoft respaldan el HD DVD

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Intel y Microsoft están combinando sus fuerzas para hacer que el formato HD DVD alcance la victoria.

Los actuales DVDs son capaces de almacenar 4,7Gb de información, pero los dos sucesores en liza están intentando establecer un formato que admita una mayor capacidad que permita la grabación de televisión de alta definición. HD DVD, respaldado por un grupo de compañías lideradas por Toshiba, lucha contra Blu-ray Disc, respaldada por Sony y sus aliados entre los que se encuentran los dos mayores fabricantes de ordenadores personales, Hewlett-Packard y Dell.

Intel y Microsoft creen que respaldar el formato HD DVD es bastante para hacer caer la balanza. “Tenemos la gran esperanza de contar con un solo formato, y ese es HD DVD”, comentaba Bill Kircos, portavoz de Intel.

Existen varias razones por las que las dos compañías quieren apostar por HD DVD, destacaba Richard Doherty, director del programa de Microsoft para la convergencia del entretenimiento. Entre ellas: HD DVD necesita que las películas se copien en los discos duros de los usuarios, lo que facilita que éstos envíen las películas a través de la red del hogar; HD DVD soporta grabaciones de DVD normales en un lado del disco, permitiendo la venta de discos híbridos a los usuarios que tienes DVDs actuales y temen que sus discos se queden obsoletos; y HD DVD ofrece más capacidad.

Los aliados del Blu-ray están en total desacuerdo y esperan lanzar sus productos durante la próxima primavera, incluido el soporte tanto para los discos de 25GB como los de doble capa, capaces de almacenar 50GB. HD DVD empezó con capacidades de 15GB, pero Toshiba anunció discos de doble capa la semana pasada, que ofrecerán una capacidad de almacenamiento de 30GB. Toshiba planea lanzar la primera unidad HD DVD en Japón este mismo año y en todo el mundo durante el primer trimestre de 2006.

Las dos facciones han mantenido conversaciones para unificar sus formatos, pero no ha servido para nada y el problema lo tendrán los consumidores, como casi siempre, que tendrán que asegurarse de comprobar el formato cada vez que compren una película o un videojuego; los estudios de cine, editores de juegos y tiendas, por su parte, tendrán que lanzar y almacenar múltiples versiones de películas, discos y unidades de ambos formatos, etc.