ISC aplaude el apoyo del Gobierno al principio de neutralidad tecnológica

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Según la Iniciativa para la Elección de Software, la neutralidad deberá aplicarse a todos los ámbitos, desde las compras públicas al marco regulatorio.

La Iniciativa para la Elección de Software (ISC) aplaude el pronunciamiento del Gobierno, quien, a través de José Montilla, Ministro de Industria, ha asegurado que “el Ejecutivo considera que el principio de neutralidad tecnológica constituye una buena base para orientar una adecuada definición de políticas para el sector del software”.

ISC también considera positivo el énfasis del Ministro Montilla al asegurar que dicho principio de neutralidad para el software “debería aplicarse en todos los ámbitos, desde las compras públicas al marco regulatorio, así como que debería evitarse la imposición por vía de norma de un determinado tipo de software”.

A juicio de ISC, esta declaración del gobierno español supone un gran avance en el desarrollo de la Sociedad de la Información y contribuirá a garantizar que no se impondrán preferencias que pongan en peligro el desarrollo de las empresas nacionales.

Desde hace más de cuatro años, la Iniciativa para la Elección de Software viene defendiendo la neutralidad de todos los gobiernos y administraciones a la hora de adquirir productos y servicios informáticos.

En concreto, Hugo Lueders, director para Europa de ISC, afirma que “se trata de valorar las necesidades que intentan cubrir los objetivos a alcanzar con la adquisición de un software. La plena libertad de elegir de los gobiernos y administraciones públicas garantizará siempre el mayor abanico de posibilidades disponible”. De esta forma, se evitarán medidas discriminatorias en contra de cualquier modelo de software (propietario o libre) que vayan en contra del principio de neutralidad tecnológica apoyado por el Gobierno.

Hugo Lueders observa, asimismo, que “el no respeto al principio de libertad de elección no sólo obstaculiza la toma de decisiones por parte de los gobiernos y administraciones, sino que además perjudica a las empresas locales, al funcionamiento de las administraciones públicas y a los ciudadanos”.

Por todo ello, Lueders recomienda “centrarse en el verdadero objetivo de la Administración, que es servir al interés general con eficacia, abandonar los debates estériles y trabajar codo con codo con la industria en el pleno desarrollo de una Administración electrónica abierta y accesible a todos los ciudadanos”.