Lo peor que le puede ocurrir a una startup es que mantenga ‘congelada’, que se quede paralizada y no avance. Para que eso no ocurra a veces hace falta un empujón, un golpe de calor para avivar la llama.
“Tratamos de ayudar a lo largo de la vida de las empresas en las que invertimos. Conocemos el camino, porque lo hemos vivido”, explica para Itespresso José del Barrio, socio fundador y CEO de Samaipata Ventures. Hace unos años Jose junto a Íñigo Juántegui fundó La Nevera Roja, una plataforma online y móvil de comida a domicilio que fue vendida primero a Rocket y después absorbida por su rival Just Eat por unos 125 millones de euros. Hoy, con su firma de capital riesgo, intenta acompañar a otros en su camino hacia el éxito.
“Creemos que a lo largo de las etapas se presentan diferentes retos en los que en cada momento podemos ayudar en lo que se nos necesite desde captación de financiación, como captación de talento, como definición estratégica. En definitiva, nos presentamos un socio en el que confiar y con el que contar”, añade.
El ex cofundador de La Nevera Roja afirma que una de las cosas más importantes en las que se fijan para invertir en una startup es el equipo. “Valoramos mucho las capacidades de negociación de los fundadores y las capacidades para tener controlado el negocio y entender hacia dónde va”, subraya. “Generalmente nos gustan los perfiles analíticos, que toman decisiones basadas en números y perfiles que con mucha persistencia, orientación a resultados y a conseguir sus objetivos cueste lo que cueste”, apostilla del Barrio.
El consejero delegado de Samaipata asegura que hasta la fecha el fondo ha valorado unas 1.600 oportunidades de startups y aproximadamente cada día reciben entre 5 y 10 nuevos proyectos al día. De los 20 millones de euros iniciales, la firma ha ampliado la cifra hasta los 35 millones de euros. Entre sus invertidas, destacan webs de ecommerce, empresas de logística, como Ontruck, de trabajo, como Cornerjob y, por supuesto, de comida.
A Jose se le escapa una sonrisa cada vez que alguien le habla de la historia de La Nevera Roja. “Fue una historia muy bonita, como todas las historias, llenas de altibajos. Terminó en un gran éxito. Las razones por las que vendimos fueron diversas. Es difícil -por mucho que uno quiera continuar con el proyecto- cuando las ofertas son positivas quitarles el derecho a los inversores del retorno de la inversión”, justifica. Además, de eso comenta que se trataba de un activo estratégico y que había un momento de consolidación en el mercado. “Evidentemente nos dio mucha pena, al final es tu bebé lo has visto nacer y acabar con esa historia te da cierta nostalgia”, concluye.
La entrevista al completo está disponible en el siguiente vídeo:
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