A mediados de este mes se comentaba una posible nueva inversión del fondo estatal japonés INCJ en la compañía Japan Display, uno de los pocos fabricantes de pantallas japoneses que quedan en el país. La que fuera en su día una floreciente industria, se ha visto poco a poco reducida por la enorme competencia creciente y los cambios tecnológicos.
Uno de los principales fabricantes de pantallas japoneses, Sharp, finalmente ha terminado siendo comprado por Foxconn, y el paso de los principales fabricantes de dispositivos a las pantallas OLED, donde Corea del Sur y China destacan, podría suponer el golpe definitivo a la industria japonesa.
Japón es consciente de lo que se juega, y su fondo INCJ va a entrar de nuevo en Japan Display para tratar de solucionar la situación actual y llevar a cabo una importante inyección de capital, necesaria para que puedan adaptarse a los cambios en el mercado y a la normalización de la tecnología OLED.
Hace casi dos semanas se hablaba de la posibilidad de una inversión de 75.000 millones de yenes por parte del INCJ, pero parece que finalmente el fondo aportará 100.000 millones, a través de la emisión de acciones preferentes por parte de Japan Display. Se espera que ambas notifiquen el acuerdo este mes, y que el fabricante japonés anuncie también su estrategia a medio plazo.
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