Al ver tanto megapíxel uno se pregunta cuando demonios aparecieron sensores capaces de tan ingente resolución, pues lo cierto es que nunca lo hicieron ya que la H4D-200MS tiene truquillo.
En realidad se trata de un sensor de 50MP, que tampoco está nada mal, que se mueve gracias a un motor piezoeléctrico entre medio píxel y uno completo, sacando por tanto varias fotos que se combinan en una sola con mayor resolución.
Cuenta con una opción de 4 fotos en 1 que tarda 20 segundos, y otra de 6 en 1 que tarda 30 segundos, con una resolución de 6132×8176 y ocupando 600MB en 16bits y sin compresión. Una burrada, vamos.
La cámara cuenta con ISO de 50 a 800, un tamaño de sensor de 36,7×49,1 milímetros, tecnología True Focus y la posibilidad de utilizar discos duros externos o tarjetas CompactFlash.
Pero todo este poder fotográfico tiene un coste, en este caso unos módicos 32.000 euros, calderilla comparándolo con las pijadas a las que está pensado retratar, coches de lujo, joyería exclusiva y cuadros famosos que posiblemente colgarán junto con posters de la Superpop en el cuarto del futuro nieto de la baronesa Thyssen.— Dani Burón [CNET]
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