La CE rechaza la acusación de Microsoft de que vulnera su derecho a la defensa

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El Ejecutivo comunitario señala que en ningún caso el fabricante tiene derecho a consultar los secretos de otras compañías que han presentado información.

La Comisión Europea ha rechazado las acusaciones de Microsoft de que está vulnerando su derecho a la defensa en el proceso en marcha contra la compañía estadounidense por abuso de posición dominante, y ha reseñado que no es extraño que una parte intente provocar “incidentes durante el procedimiento”. Microsoft ha pedido acceder a los documentos que llevaron a la Comisión a acusarle de no cumplir con la entrega del código fuente de Windows.

En este sentido, el portavoz de Competencia del Ejecutivo comunitario, Jonathan Todd, ha confirmado que Microsoft ha enviado una carta a la Comisión en la que subraya que, para poder defenderse en este proceso, necesita acceder a los documentos que llevaron a la Comisión a decidir que no ha cumplido el requerimiento de divulgar los datos necesarios para que los fabricantes de programas puedan interoperar con Windows.

Sin embargo, el portavoz ha reseñado que es “prematuro” decir que se está vulnerando el derecho de Microsoft a la defensa, pues todavía no se ha tomado una decisión sobre esa consulta, y ha subrayado que en ningún caso el gigante informático tiene derecho a consultar los secretos empresariales de otras compañías que han presentado información a la Comisión.

El pasado 22 de diciembre, Bruselas remitió a Microsoft un pliego de cargos, al que la empresa debe responder antes del 15 de febrero, en el que le amenazaba con una multa de 2 millones de euros diarios si no da a sus competidores los datos necesarios para interoperar con su sistema operativo.

Todd ha incidido en que el consejero auditor, el funcionario comunitario encargado de organizar este tipo de procesos y de asegurar que se llevan a cabo en conformidad con la legislación, es independiente de la Dirección General de Competencia de la Comisión y debe lograr el equilibrio entre respetar el derecho a la defensa y el derecho de terceros a la confidencialidad de su información. En ocasiones, ambos factores presionan en sentidos opuestos, subraya el portavoz.