La majestuosa chuleta consistía en una serie de papeles impresos enlazados con 25.000 respuestas en las cinco asignaturas del examen: matemáticas, historia, ruso, kazajo, y una optativa elegida por el alumno.
Su error, aparte de lo absurda que sería su manipulación en el examen, fue estar arreglándose su ropa en exceso en los momentos previos al examen, lo que llamó la atención de los profesores que le pillaron, llevándose un ZAS-kastán en toda la boca.
Cierto es que si hubiera dedicado incluso bastante menos tiempo en estudiar de lo que le llevó hacer la chuleta, podría haber pasado el examen sin problemas, pero su arrojo y esfuerzo chuletesco también son de alabanza.
Esperemos que el intrépido estudiante cuente algún día si disponía de un elaborado sistema clasificatorio para acceder con rapidez a cada tema y respuesta, ilustrándonos con su indexación manual de 25.000 entradas.
Aunque también puede ser que esa fuera otra de las lagunas de su plan y simplemente iba a utilizar el método de desenrollamiento corporal a lo perro de Scottex. [Austrian Times]
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