La ESA retrasa dos días el lanzamiento del primer satélite Galileo

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Galileo será el primer sistema de navegación por satélite para uso y con control exclusivamente civil.

La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzará el primer satélite del sistema de navegación Galileo el próximo 28 de diciembre, dos días después de lo previsto, según informa un portavoz del cosmódromo ruso de Baikonur (Kazajistán), lugar del lanzamiento.

“En un principio, se retrasó el lanzamiento hasta el 29 de diciembre, pero al coincidir con el despegue de un satélite norteamericano AMS, se cambió para un día antes”, señala la fuente a la agencia oficial rusa Itar-Tass.

El lanzamiento del satélite Galileo estaba previsto para el 26 de diciembre, pero fue aplazado el viernes por “varios días” debido “a problemas técnicos en el aparato espacial”.

La fuente no ha precisado si esos “problemas técnicos” se detectaron en el cohete portador ruso Soyuz-Fregat o en el satélite Giove-A (Elemento Galileo en Órbita de Validación, según sus siglas en inglés), destinado a ser el primero del sistema Galileo.

El Giove-A, satélite de fabricación británica de unos 600 kilogramos de masa, debe ser colocado en la órbita operacional a 23.200 kilómetros de la Tierra.

Un segundo satélite Giove-B será lanzado durante la segunda mitad de 2006 en caso de que el lanzamiento del primero sea un éxito y durante los primeros tres meses del próximo año en caso de que sea fallido.

El programa de desarrollo de Galileo continuará con el lanzamiento a finales de 2008 de los cuatro primeros satélites de la “flota” total, que consta de una constelación de 30 satélites, con una duración de entre 15 y 20 años y que estarán en órbita previsiblemente en el año 2010.

La navegación por satélite permite determinar a nivel mundial desde un punto determinado la posición, velocidad y tiempo donde se encuentra el usuario, tanto si está inmóvil como si está en movimiento.

Para el uso civil, hasta ahora se ha utilizado el sistema estadounidense GPS (Global Positioning System), controlado por el ejército de EEUU, mientras que el ruso Glonass se emplea casi exclusivamente para fines militares.

El proyecto Galileo, que está valorado en 3.300 millones de euros, ha pasado por graves dificultades en su fase de desarrollo debido a las disputas internas entre sus gestores.