La gestión del rendimiento de las aplicaciones alcanza la madurez

4. ¿Por qué la optimización de la WAN necesita venir acompañada de una mayor visibilidad de la red?

Los productos para la optimización de la red WAN, como la gama de dispositivos Steelhead de Riverbed, permiten introducir cambios en la empresa que en el pasado no resultaban prácticos: consolidación del departamento de TI como un centro de información centralizado incluso a distancias intercontinentales, por ejemplo, o replicación de datos a un sitio remoto de recuperación de desastres a través de una conexión Gigabit.

No obstante, también suponen la aparición de nuevos desafíos, sobre todo en lo que se refiere a la monitorización y gestión de la red. Esto se debe, en parte, a que la optimización de la WAN puede distorsionar las estadísticas sobre la red principal y el sitio web, por ejemplo, disfrazando el tráfico o cambiando los encabezados de los paquetes, y en parte porque cuando se acelera u optimiza un área, se producen situaciones inesperadas de manera colateral, en ocasiones, desplazando simplemente el cuello de botella.

Antes de emprender un proceso de optimización, convendría saber qué optimizar y dónde. Porque es muy difícil gestionar lo que no se puede ver. En consecuencia, se necesita saber qué es lo que está funcionando en la red WAN, de dónde procede y cuáles son los principales problemas que existen (por ejemplo, latencias, pérdidas de paquetes, congestión de la banda ancha, etc.).

Y aquí es donde Riverbed Cascade tiene mucho que decir. Cascade utiliza en los distintos departamentos u oficinas empresariales los paquetes y el flujo de información extraída de los dispositivos Steelhead así como de los conmutadores y otros dispositivos de la red central. De esta forma, consigue dibujar un mapa de la red y del rendimiento de la aplicación en toda la red WAN.

Optimización versus solución de problemas

Cascade no sólo sirve para solucionar los problemas que ya existen sino para buscar también lo que podría ir mal o causar problemas en un futuro, para ponerles remedio antes de que ocurran. Los administradores de red analizan el tráfico de la aplicación para identificar los mejores candidatos para la optimización o las horas punta de tráfico inesperadas.

Cascade puede utilizarse antes de la instalación de Steelhead, tanto para identificar a los posibles candidatos para la aceleración como para obtener un nivel de rendimiento de base; y después de la instalación, para verificar sus efectos y ver cómo cambia el comportamiento del tráfico.

Al examinar directamente los flujos de paquetes, Cascade le dice cuáles son los protocolos y las aplicaciones que funcionan en su red, así como los servidores y los usuarios que son responsables de ellas. Es muy raro que un gestor de red no encuentre nada sorprendente tras utilizar Cascade, ya sea un becario en la India haciendo funcionar BitTorrent o un directivo en Mozambique al que le gusta escuchar la radio por Internet.

Antes, tener dispositivos de optimización de WAN instalados podía suponer un quebradero de cabeza en términos de gestión de rendimiento de red, ya que reducían la visibilidad del sitio remoto. Ahora, con Cascade y Steelhead trabajando al mismo tiempo, ocurre lo contrario: hay más visibilidad, no menos. Esto es debido a que el dispositivo Steelhead se convierte en un valor añadido para la gestión, al obtener datos de rendimiento de la red desde el sitio remoto, tanto de las aplicaciones optimizadas como de las no optimizadas.

La adaptabilidad de los servicios WAN y empresariales

Con Cascade, se abre todo un mundo a la WAN adaptable (una red de área amplia que se adapta a los cambios de las aplicaciones que marcan las necesidades del negocio). Para tener una WAN adaptable necesita poder medir lo que está pasando en la red, algo imprenscindible para responder a los cambios o a situaciones de congestión en la red, por ejemplo, ajustando los parámetros de calidad de servicio o moldeando el bando de ancha.

El enfoque reactivo de la gestión WAN está dando paso a un proceso continuo de evaluación, donde las TI están siempre adelantándose a los problemas y a los cambios, enfrentándose a ellos antes de que los usuarios empiecen a hacerlos notar.

La planificación también es importante. Para reducir al mínimo las interrupciones, las funciones de monitorización y trazado de dependencias en la red de Cascade le permiten planificar los cambios, como por ejemplo, el traslado de servidores de una oficina a otra o la consolidación de servidores. Pero si hay instalados dispositivos Steelhead, el efecto de estos cambios será diferente. Por eso es importante que Cascade sepa en todo momento lo que está haciendo Steelhead.

La capacidad de Cascade de medir y visualizar el rendimiento de la aplicación es muy útil para aquellos que quieren añadir servicios empresariales a la red u ofrecer servicios diferenciados. El cuadro de mandos de Cascade permite seleccionar los servicios críticos para el negocio que deben monitorizarse, y establece cómo debe hacerse (por aplicación, por ejemplo, o por localización). Se sirve también de su capacidad para descubrir servicios y dependencias, algo que le permite trazar en formato gráfico un mapa del tráfico en la red de las aplicaciones del negocio más interesantes.

Después usted podrá utilizar las herramientas de Steelhead para identificar, categorizar y optimizar el tráfico que resulta crucial para el negocio, por ejemplo, con la implantación de políticas de calidad de servicio que establezcan mínimos y máximos de ancho de banda, y que prioricen las aplicaciones sensibles a la latencia.

El resultado es una WAN adaptada a los servicios que deben imperativamente ofrecerse sobre ella, además de la capacidad de monitorizar y gestionar el rendimiento de la aplicación. Después, cuando el servicio se cargue, el cliente demande o los recursos WAN cambien, la red podrá volver a ser reajustada según convenga.