En principio suena muy bien: el consejo del ayuntamiento de Cleveland aprueba el uso de RFIDs en los contenedores. Tecnología para el reciclaje. ¡Salva el planeta!
Pero lo que implica es que los chips permitirán a los trabajadores encargados monitorizar cada cuánto reciclan los residentes. Si un chip muestra que un contenedor o papelera de reciclaje no se ha separado del bordillo y vaciado en semanas, un supervisor mirará el tipo de desechos del contenedor normal, buscando material reciclable.
Si se encuentra más de un 10% de material reciclable en los contenedores normales, podrá suponer una multa de hasta 100 dólares. En este punto suponemos que allí cada vecino tiene papeleras personales, ya que, de lo contrario, ¿cómo sabes a quién multar?
De modo que allí la gente reciclará sí o sí. El gasto total en estos contenedores será de 2’5 millones de dólares. Empezará a funcionar el año que viene.
No sé si es una buena o mala noticia. A mi me da la impresión de que el ser humano sólo aprende a base de hostias multas, cuando nos castigan. Parecemos niños. — Javier G. Pereda [Cleveland.com]
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