La privacidad del ciudadano se cuestiona

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Richard Stallman, promotor del software libre, alerta del poder excesivo de los Estados al registrar datos de todos los miembros que constituyen un país.

El presidente de la Free Software Foundation (FSF), Richard Stallman, advierte del “poder excesivo” que acumulan los Estados porque registran los datos de “todos” los ciudadanos con la “excusa” de combatir el terrorismo.

Stallman, considerado “padre” del software libre, aboga por crear un movimiento que contrarreste “tanto control” e influya en la opinión pública para evitar que los Estados, y las multinacionales “propaguen mecanismos” de control contrarios a las libertades y derechos fundamentales de los ciudadanos.

El registro de datos, como el Documento Nacional de Identidad, puede ser útil para “varias cosas buenas” aunque, según subraya Stallman, “no hay nada más peligroso en el mundo” que los Estados con demasiado poder. La libertad de que gozamos “no continúa automáticamente” y hay que defenderla en todos los aspectos de la vida para que no se pierda, añade Stallman, que participa en las II Jornadas Tecnológicas Andaluzas de Software Libre que se celebran en Mollina (Málaga).

Uno de los instrumentos más “peligrosos” es el “control digital de restricciones” (DRM), cuyos promotores lo denominan control digital de derechos “para confundir” a los ciudadanos, critica Stallman, porque el “DMR es una plataforma general para la gestión digital de restricciones” que proporciona la posibilidad de llevarla a cabo de manera que el usuario no tenga ningún control sobre su ejecución, ni pueda escribir ningún programa capaz de detenerla. Esta tecnología, precisa, vendrá incorporada físicamente en los ordenadores y determinará la forma en que se puedan utilizar los equipos, al tiempo que controlará la identidad de sus usuarios; “esto es demasiado control y por tanto muy peligroso”.

El presidente de la Free Software Foundation también ha denunciado la existencia de una “conspiración de las grandes empresas contra el público” a través de lo que la industria del software privativo denomina “computación confiable” en la que, según Stallman, sus resultados llevan a que los ordenadores no “obedecen” a sus dueños, sino a las empresas que controlan los sistemas de “gestión digital de restricciones”. También critica que el principal fabricante mundial de microprocesadores, Intel, “promueva la gestión digital de restricciones” y no coopere con el software libre.