La investigación se ha llevado a cabo en la Universidad de Ciencias de Tokyo, y ha consistido en crear una especie de “semillas” de folículos pilosos a partir de células madre adultas y células epiteliales de la papila dérmica de ratones no calvos.
Luego se implantaron en nuestro roedor protagonista, que previamente fue desprovisto de su pelo y orgullo gracias a la ingeniería genética.
El resultado como veis, pelo en perfecto estado, y no sólo eso, totalmente funcional como si fuera pelo normal que crece y cuenta con sus propias glándulas sebáceas y fibras musculares.
¿Supone esto la curación definitiva a la calvicie? Bueno, si eres un ratón probablemente, aunque dudo que aún siendo Mickey o Pérez te pudieras permitir el coste del tratamiento, que por ahora es totalmente experimental.
Si eres un ser humano, muy probablemente habrá que esperar a que comiencen con las pruebas con humanos prototipo como Collina o Pepe Viyuela, y que alguna de las multinacionales que nos timan dan esperanzas con sus productos anticalvicie no termine comprando las patentes para enterrar el estudio. [Nature]
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