La revolución de los consumidores (y sus consecuencias para la empresa)

Movilidad

Stefan Oberg, vicepresidente y director general de la división de empresas de Skype, Skype for Business, teoriza sobre la consumerización de las tecnologías.

Resulta estimulante la sencillez con la que se incorporan a la empresa esas nuevas tecnologías, que requieren una cantidad limitada de hardware y de programas de aplicación. Muchas de las aplicaciones más útiles son gratuitas y fáciles de manejar. Aparte de disponer de una conexión a Internet de banda ancha, las empresas sólo necesitan invertir en webcams y auriculares de buena calidad.

La reciente introducción de versiones beta para Skype for SIP y Skype for Asterix, que permiten a las organizaciones realizar llamadas de bajo coste a teléfonos fijos y móviles de todo el mundo desde la centralita, representa otro importante paso adelante en el proceso de llevar mucho más allá del escritorio las ventajas de una herramienta de comunicaciones pensada originalmente para el consumidor.

Mientras que las tecnologías de consumo, como Skype, están maduras y listas para ser utilizadas en las empresas, muchas organizaciones no lo están, y aún requieren un cambio de mentalidad para poder aprovechar las ventajas. En su forma más básica, el mensaje es sencillo: por encima de todo, se trata de ahorrar dinero. Las llamadas entre usuarios de Skype son gratuitas, mientras que llamar desde Skype a otros números tiene un coste muy bajo.

Las empresas están empezando a revisar los cargos por conferencias y el elevado coste de las llamadas internacionales a otras oficinas internas, y se preguntan por qué éstas no se realizan mediante tecnologías como Skype. Es fácil para los empleados que se desplazan llevar consigo unos auriculares y una webcam o descargar Skype en su teléfono inteligente.

Las nuevas herramientas de comunicaciones ayudan también a las empresas a ahorrar tiempo al mejorar la productividad y la interacción. En lugar de tener que manejar un gran número de mensajes de correo electrónico, que en realidad equivalen a una conversación, ahora las empresas se pueden comunicar con mayor facilidad y eficacia en un chat de mensajería instantánea.

Con la mensajería instantánea, el personal de una empresa, los proveedores y los asesores externos se pueden mantener en contacto en chats grupales para comentar los asuntos y adoptar decisiones rápidas. También se reduce en gran medida el tiempo dedicado a preparar reuniones ‘cara a cara’ con el uso de esos chats de grupo, especialmente con los contactos o proveedores externos que no tienen acceso a las agendas de los demás.

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