La tasa Amazon: cómo afecta al ecommerce la nueva legislación europea del IVA
De aplicar el tipo de IVA del país en el que está el vendedor de un bien digital, se pasa al del comprador. Una medida antimonopolio con mucho espacio para la mejora.
Principales afectados: consumidores y pymes de ecommerce
¿A quién afecta esta nueva regulación? ¿Quién la notará más? En primer lugar, es conveniente recordar que el principal afectado es el consumidor ya que, como explica John McCarthy, CEO de Taxamo, “los negocios no tienen que pagar más impuestos, son los clientes los que lo harán”. Esto, al hablar de productos digitales, enseguida plantea una nueva duda: ¿provocará el aumento de precios un aumento en la piratería, obstaculizando la lucha contra la copia ilegal?
Si lo hace, tampoco es algo que vaya a afectar necesariamente a los negocios españoles que ya tributaban el 21% de IVA. Lo notarán, en caso de que ocurra, las grandes multinacionales como Amazon en las que sí se verá un aumento de precio. Los usuarios que ya compraban en tiendas españolas seguirán haciéndolo, ya que no habrá ningún cambio. Marina M. Mangado, editora de la pequeña editorial 2709, especializada en literatura africana, explica que hace años “los ebooks eran caros escasos en España”, pero que en la actualidad “hay muchas editoriales que trabajamos en digital y ofrecemos precios muy razonables”. Según cuenta, se trata más de “una cuestión educativa”, de “hacer entender al lector que si compra (en vez de hacer descargas ilegales) está contribuyendo a la retribución de los autores y de los traducciones, y a la valorización de la cultura”.
¿Cuál es la principal queja de los pequeños negocios afectados por la ley, entonces? No se trata tanto del contenido y lo que busca el cambio, sino de la forma y de las dificultades de gestión que implica para las pymes. Y es que a partir de ahora, todas las empresas europeas de ecommerce con clientes en otros países de la UE deberán aplicar distintos tipos de IVA según dónde estén los compradores, además de presentar una declaración extra de este impuesto.
“En nuestro caso, multiplica y complica el trabajo”, explica Mangado. “Requiere modelos y facturación diferenciada en función del lugar desde el que se ha realizado la compra”, además de “presentar declaraciones de IVA diferenciadas”. Y a mayores de todo esto, está el tema de la geolocalización, el comprobar dónde está ese cliente de vrdad. “Un buen sistema de geolocalización integrado a las ventas es lo adecuado, pero no siempre nos da las claves porque cada día más gente, por cuestiones de seguridad o privacidad, desactiva la opción de geolocalización cuando está conectada a internet”.
Desde la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital), opinan algo similar. Su director general, José Luis Zimmermann, explica que “la obligación de tributar el IVA en el país del consumidor supone una complicación añadida al ya complejo panorama que las empresas tienen para vender sus servicios en Europa”, aunque coincide en que es necesario “configurar un escenario regulatorio en Europa que permita a todos los players competir en las mismas condiciones, especialmente en el tema fiscal”. Pero no así. Con una solución que parece haber pillado a todas las pymes afectadas a contrapie.
