La UE y Microsoft continúan con el juicio antimonopolio

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El organismo antimonopolio de la Unión Europa no ha logrado que el gigante del software cumpla con su decisión por vulnerar la competencia.

La Comisión Europea, que establece las políticas en materia de competencia en los 25 países de la UE, impuso a Microsoft una sanción récord de 497 millones de euros, y ordenó que cambiara la forma de realizar sus actividades.

La decisión exigía que Microsoft modificara su sistema operativo Windows sin Windows Media Player, para que los fabricantes de computadoras pudieran comprar software alternativo para ver películas y escuchar música de RealNetworks y Apple. También ordenó a la compañía compartir información con los fabricantes rivales de servidores utilizados para activar impresoras y recuperar archivos, algo conocido como interoperabilidad.

En este sentido, el Departamento de Justicia de Estados Unidos alcanzó un acuerdo con Microsoft cuando el presidente George W. Bush llegó al poder, a pesar de que los tribunales habían considerado que la compañía de Bill Gates había abusado de su capacidad de monopolio.

Los acuerdos logrados con sus competidores son la prueba del éxito que ha tenido Microsoft utilizando sus arcas para asegurarse acuerdos, que le han costado miles de millones de dólares. Pero Microsoft no tiene efectos financieros o legales sobre la Comisión. Un juez europeo rechazó la petición de Microsoft de suspender las sanciones hasta que la compañía completara su apelación, algo que podría durar años.

Bruselas se ha enfrentado con el mismo problema que Washington tuvo bajo el mandato del presidente Bill Clinton, cuando Microsoft desafió una orden judicial de 1997 que le obligaba a vender Windows sin Internet Explorer. La compañía respondió ofreciendo una versión antigua de Windows.

El Departamento de Justicia bajo el gobierno de Clinton, convencido de que Microsoft no cambiaría su comportamiento, utilizó una nueva táctica, con la que intentó dividir al gigante en dos. La idea era que las dos compañías compitieran y abrieran el mercado. Sin embargo, un tribunal de apelación desestimó esa orden, y la administración Bush hizo las paces con Microsoft, algo que no resolvió los problemas de la UE.

Los abogados de los rivales de Microsoft aseguraron en una audiencia celebrada el año pasado en un tribunal de la UE que Microsoft se había comportado de la misma manera en Europa con Windows Media Player, y que hizo lo mismo que en Estados Unidos con Internet Explorer.