Si te dejaste la bandera de España en el balcón cuando ganamos la Eurocopa hace cuatro años, no la quitaste dos años después porque ganamos el Mundial y este verano la Selección Nacional de fútbol te ha dado motivos para aguantar hasta el próximo Mundial habrás podido comprobar los estragos que la intemperie ha causado en los otrora brillantes colores rojo y gualda de la bandera.
Pues ahora imagina lo que sucede si pasan más de 40 años y la bandera en cuestión no se encuentra protegida de la radiación solar y espacial por una capa de atmósfera como sucede en el planeta Tierra. El propio fabricante de la bandera, Dennis Lacarruba, de la empresa Annin, lo confirma.
Aquellas banderas que los astronautas clavaron en la Luna, confeccionadas en nylon y con un precio equivalente a unos 20€ actuales (contando con la inflación) no fueron diseñadas para durar tanto, de hecho Lacarruba pensaba que se habrían convertido en cenizas, achicharradas por la inclemente acción de la radiación solar y espacial y ha sido el primer sorprendido al ver las imágenes del LRO (Orbitador de Reconocimiento Lunar) que muestra que siguen en su sitio.
La única que no sigue “ondeando” es la que Armstrong y Aldrin colocaron cuando por primera vez el hombre pisó la Luna, ya que el propio Aldrin en su día explicó que el impulso de despegue del módulo lunar para dirigirse al encuentro con el módulo orbital en el que les esperaba Collins, hizo que el asta de la bandera saliese disparado de su emplazamiento.
Según el científico lunar Paul Spudis, los ciclos alternantes de nuestro satélite con 14 días de implacable día a más de 100º combinados con 14 días de oscuridad a -150º, sumado especialmente a la acción de la intensa radiación ultravioleta procedente del Sol y que, al contrario de lo que sucede en la Tierra, no tiene filtro atmosférico alguno, son la causa de que los colores de las banderas literalmente desparezcan.
Posiblemente ello haya permitido que la parte de la bandera que haya quedado boca abajo aún conserve parte de su color original. Pero el resto son banderas blancas que quizá hagan aún más literal el mensaje que Armostrong, Aldrin y Collins dejaron en la parte del módulo de descenso que quedó allí:
“En este lugar hombres del planeta Tierra pusieron por primera vez el pie en la Luna en el año 1969. Llegamos en son de paz en representación de toda la Humanidad”.
Pues eso, ahora todas las banderas que hay en la Luna son la bandera blanca de la paz. ─[Airspacemag]
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