El aparato en cuestión se llama Goldie. Tiene forma de T, diseñado por Interaction Design Studio en Goldsmiths, en la Universidad de Londres, y las cabeceras de las noticias internacionales van desplazándose por su pantalla de izquierda a derecha: “Dos cooperantes alemanes fueron secuestrados en Sudán”, “Soldado de Yorkshire muerto en Helmand”… Cuando las monjas ven los mensajes, rezan por la gente afectada.
Las Clarisas Pobres siempre han rezado por el mundo exterior, recibiendo peticiones por correo, teléfono, e incluso por correo electrónico a través del único ordenador que tienen. Según la Hermana Paul, “No está ahí porque estemos desesperadas por más noticias. Nosotras estamos aquí para rezar, para canalizar las necesidades de la gente hacia Dios”.
No está mal ver de vez en cuando cómo la tecnología, comúnmente asociada al escepticismo científico, colabora para modernizar la religión. La pregunta ahora es: ¿no podían leer el RSS en el ordenador que ya tenían? ¿Quizá es una cuestión de comodidad y simpleza? ¿O se estaban enganchando a la webcam? Que la carne es débil, pero el silicio aún más. —Javier G. Pereda [The Guardian]
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