Resulta que en Japón se desechan 190.000 toneladas de conchas de vieras al año y la compañía Nihon Rikagaku ha descubierto un sistema por el cual creando tizas con un 10% de polvo de estas conchas, no sólo se recicla sino que además las tizas no sueltan apenas polvo y adquieren colores más intensos.
La fábrica de esta empresa produce actualmente 150.000 tizas diarias usando 2,7 millones de conchas al año. Para darle un uso al resto de conchas proponemos desde ITespresso al gobierno japonés que mande sus conchas para regalárselas a los peregrinos del camino de Santiago.
Supongo que este miniavance ecológico para el mundo educativo a muchos os dará igual, pero pensad en la chavalería Emo que con tanta ropa oscura no podía ni acercarse a una tiza y debía sentarse al fondo de la clase, por fin ya no están abocados al fracaso escolar ni verse relegados a los últimos escalafones de nuestra sociedad, al menos académicamente…— :Dani Burón
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